Hacia la Constitución de unos pocos
Constanza Hube Profesora de derecho constitucional UC, convencional constituyente
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Constanza Hube
Estamos ad-portas de cumplir cuatro meses de funcionamiento de la Convención Constitucional y, lamentablemente, no ha sido lo que esperábamos. Una verdadera teleserie, que incluye capítulos vergonzosos de los que han sido testigos millones de chilenos. Esto ha llevado al desprestigio y a la pérdida de confianza por parte de la ciudadanía en el proceso, que por cierto nació de un acuerdo por la paz y por la nueva Constitución. Por desgracia, la parte de la paz no se ha visto ni en Chile, ni en la Convención Constitucional.
Muchos convencionales constituyentes hacen llamados a "no desprestigiar la Convención", pero la realidad es que ellos se han desprestigiado solos y, más allá de eso, mi preocupación y compromiso está con los 18 millones de chilenos que tienen sus esperanzas y expectativas puestas en este proceso y no con los 154 integrantes de la Convención.
Frente a este complejo escenario, muchos me han preguntado: ¿qué podemos hacer? La respuesta es simple: participar. Dentro del proceso hay varias maneras de hacerlo. La más simple son los encuentros autoconvocados, donde un grupo de personas se reúne para deliberar sobre temas constitucionales, y los documentos que de ahí se deriven constituirán insumos para las comisiones temáticas.
La segunda es participar de las audiencias públicas de las diferentes comisiones. En esta instancia, personas naturales y jurídicas pueden entregar sus testimonios, experiencias y plantear propuestas de interés para las respectivas comisiones temáticas. Este no es un punto menor, especialmente teniendo en cuenta que, en el período de recepción de audiencias públicas durante la preparación de los reglamentos, sólo 14 de los 1.135 expositores que participaron eran partidarios de las ideas de centroderecha. Parece increíble, pero es cierto.
Otra manera de participar, y quizás la más importante, es la Iniciativa Popular Constituyente.
¿En qué consiste? Las iniciativas que logren juntar 15.000 firmas se considerarán equivalentes a las propuestas de normas que sean presentadas por convencionales constituyentes.
Durante mucho tiempo se ha entendido que la participación ciudadana es patrimonio de la izquierda, pero al contrario: más sociedad civil es precisamente el empoderamiento ciudadano frente al Estado.
Hoy, más que nunca, necesitamos que la sociedad civil alce la voz y participe de este importante proceso. Cada persona debe dar un paso adelante y no dejar que otros decidan sobre su futuro y el de nuestro país. En este punto, es clave ir a votar e informarse sobre la elección más importante en décadas, como es la elección parlamentaria del 21 de noviembre.
Votar por candidatos valientes, que no tengan miedo, ni complejos a defender sus ideas.
Si la sociedad civil se resta de estas instancias de participación, no nos quejemos después del país que les dejaremos a nuestros hijos, nietos y compatriotas. El llamado es a alzar la voz, porque aún estamos a tiempo.